La mejor forma de protección es mantener actualizados los
programas instalados en la computadora, especialmente el sistema operativo, el
navegador y el correo electrónico. Además, por supuesto, de la continua
actualización de los antivirus que puedan identificar los archivos que
contienen códigos maliciosos. Estos códigos pueden ingresar de diversas maneras
(correos electrónicos, descargas online, etc.) y se van modificando
continuamente.
También es importante instalar otros programas de
protección, como anti-spywares que sean reconocidos por su efectividad y un
firewall, programa que bloquea todo el tráfico de entrada y salida de datos de
la computadora, dejando pasar sólo lo que el usuario autoriza.
Nunca se deben abrir mensajes no solicitados, aunque
parezcan venir de fuentes confiables, ni clickear en links o instalar archivos
referenciados en estos mensajes.